En mis manos he tenido el placer (bueno, placer no es la palabra exacta) de sostener Fraction uno de los mangas de Shintaro Kago (Tokio, 1969), un maestro mangaka y del cual tenía gran interés en leer algo. Antes de entrar en detalles, comentar que Shintaro es un genio, algo loco diría yo, pero un genio a fin de cuentas.
Shintaro Kago forma parte de la corriente denominada ero-guro (algo así como erótico y grotesco) que explota sexo y escatología a partes iguales, con una imaginación exhorbitada y que convierten a este genero en algo no apto para mentes o estómagos delicados. Historias repletas de vísceras, sangre, cuerpos mutilados, necrofilia y sexo son solo parte de estos mangas, obteniendo un resultado que perfectamente podría ser considerado enfermizo, pero a la vez muy japonés y particularmente atractivo.
Sus obras, habitualmente publicadas en revistas especializadas para adultos (Manga Erotics, Cotton Comics,...) están disponibles en España de la mano de EDT  (en el caso de Fraction con traducción de Marc Bernabé, el resto no sé); en ellas descubriremos un autor realmente creativo, con auténticas proezas imaginativas y donde podremos ver cosas que nunca se nos habrían ocurrido, posiblemente (y como se auto-describe él mismo) con obras repletas de "mierda, sexo, vísceras y demás".
Por mi parte debo confesar que solo he leído "Fraction" con un resultado agridulce, posiblemente mi estomago sea excesivamente sensible. En Fraction encontramos un relato de misterio (olvidaros de los clásicos, no tiene ninguna relación con los típicos relatos de detectives) donde varias personas intentarán averiguar la verdad y descubrir a un asesino en serie. El propio Shintaro aparece en el manga, reflexionando sobre el lenguaje y los trucos y técnicas narrativas utilizadas y haciéndonos participes de su particular visión del mundo.
En este volumen, encontramos ademas cuatro historias cortas, de las cuales no sabría elegir la más repulsiva:
  • El retornado
  • Temblor
  • Colapso
  • El súmmun de lo irritante
Debo confesar que no ha acabado de gustarme, hay determinadas cosas que me ponen los pelos como escarpias, y en este volumen me he encontrado varias, logrando incomodarme la lectura.
Ojo, no estoy diciendo que no sea bueno, creo que Shintaro es un genio, con una imaginación fantástica y un valor increíble, tan solo que no es mi estilo. Por ello aconsejo que cada uno juzgue por si mismo, que lea algún volumen y luego decida, ya que yo posiblemente (y a pesar de incomodarme) lea alguna cosa más de este genial escritor, explotando un poco más si cabe mi sensible estomago.

Larga y Prospera Vida

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